Lo
primero dar gracias a todos por estos años que he convivido con gente maravillosa. Para mí la Hospitalidad
ha sido muchas cosas, un lugar donde he aprendido mucho y bueno, ha sido parte
de mi vida 36 años que he intentado desde todos los frentes que me han tocado
sobre todo ser persona, aunque a veces no lo haya conseguido.
Mis
primeros años fueron especialmente felices, sirviendo aprendí y me di cuenta que tenía una gran recompensa,
los compañeros y los que llamamos “enfermos” me enseñasteis de muchas maneras a pisar tierra y a la vez mirar al cielo.
Creo
que he aprendido algo, como ver en la sonrisa de la gente que no conoces, en la
tristeza de la soledad, en el llanto de un niño con un montón de dificultades
que no entiende nada de lo que le pasa, en los problemas cotidianos, que los
hay y muchos..., el milagro de vivir de gente con un montón de limitaciones, a
ver esa luz que nos ilumina, como
creyentes, y nos hace valorar esas cosas pequeñas que a la mayoría de la gente
le parecen insignificantes, pero que para gente como nosotros, probablemente
sea lo más importante del día, o de la vida.
Según
han ido pasando los años, para mí la Hospitalidad (que somos todos) en momentos
difíciles de mi vida ha sido una gran ayuda, un consuelo, un bálsamo para mis
penas, he consolado más de una vez pero nada que ver con lo que yo he recibido
de todos, enfermos y compañeros, doy gracias por todo ello, y quiero muy de
veras pedir perdón por todo lo que he hecho mal a veces por mi falta de delicadeza, de tacto,
por mi falta muchas veces de humildad, en fin por todo lo que a lo largo de
tantos años he fallado, y esto lo digo y lo pido, muy de veras porque así lo
siento.
Me
gustaría que estos últimos años, mi otoño casi invierno haya sido por lo menos
para algunos de vosotros primavera.
Gracias
a personas como vosotros he remado en aguas muchas veces bellas y en ocasiones
más revueltas.
Esto
no es una despedida ni un adiós, quiero mientras pueda, seguir trabajando al
servicio de la Hospitalidad donde haga falta y si algún día necesito ir a
Lourdes de peregrina enferma iré para que me cuidéis y miméis como lo hacéis
siempre.
A
veces no sé cómo agradecer a Dios el haberme dado la oportunidad de conocer a
la buena gente que conozco, el que personas como vosotros se hayan cruzado en
mi camino.
Ahora
nos quedamos en muy buenas manos, hay un
equipo estupendo y al frente una persona maravillosa, sabia nueva, a la que
tenemos que apoyar como lo habéis hecho
y muy bien conmigo.
¡GRACIAS
AMIGOS! Que nuestra Amatxu nos bendiga.
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