De regreso a casa el
año pasado tenía en mis manos la llave que cerraba ese camino que tantos buenos
momentos me ha dado. Hace unos años, con el apoyo de mis compañeros, asumí con
mucha ilusión y compromiso la responsabilidad de coordinar el equipo de jóvenes
y a día de hoy la valoración de esta experiencia es muy positiva; es por ello
que ha llegado la hora de dar el testigo a una nueva generación.
Hace diez años acudía
por primera vez a Lourdes y todo era nuevo para mí, nada era familiar aunque
tenía claro que esos cuatro días iban a ser diferentes, tenía muchas ganas de
conocer lo desconocido y sobre todo, dar sin esperar nada a cambio. Aún así,
nunca llegué a imaginar en ese momento que ese pequeño pueblo ubicado en los
pirineos y cada una las personas que participan en la peregrinación me iban
aportar tanto, donde lo más pequeño es lo más grande. Ese abrazo, esa sonrisa,
esos momentos de complicidad y sinceridad, esos momentos de silencio donde las
miradas hablan, esas risas, y a veces esas lágrimas, empatizar, ayudar, acompañar,
escuchar, compartir, sentir… Y qué decir, de las numerosas actividades que
vamos realizando año tras año con los jóvenes, por ejemplo, esos viernes a la
tarde preparando las ofrendas y pintando de color nuestras manos, o los
concursos de baile para mover el esqueleto, y todas esas manualidades que
hacemos para disfrazarnos y que luego los chavales los llevan como recuerdo,
etc. Y si vamos unos años atrás, ¿quién no se acuerda de un musical de Grease?
¿y de las excursiones a Idron? ¿y de las muchas “bodas” que se han celebrado en
la misa de los jóvenes?. Sin duda, hemos conseguido convertir para los jóvenes
Lourdes en una feria con puestos, en un lugar donde se han celebrado la
tamborrada, los carnavales, la feria de Abril, las regatas de la Concha… Cuatro
días, dan para mucho…
Lo que empezó a ser
un viaje a un lugar muy visitado pero a su vez desconocido, a esperar año tras
año el momento de emprender el camino donde el regreso siempre va a ser más
enriquecedor. En un corto plazo, de hospitalaria a responsable de un servicio y
miembro del consejo en el cual llevo varios años. Durante estos años siempre he
tenido el respaldo de mis compañeros del
consejo en todas las decisiones e iniciativas planteadas de cara a los jóvenes,
además de su inestimable ayuda en el transcurso de la peregrinación.
Actualmente somos varios los jóvenes que estamos en el consejo y junto con el
resto de consejeros, cada uno con su visión y experiencia, formamos un equipo comprometido
que comparte el mismo fin.
Ambas responsabilidades, me han dado la oportunidad de tener una visión más global de la hospitalidad, de conocer la organización desde dentro, de aprender, de compartir, de conocer a más compañeros de la hospitalidad como de otras hospitalidades, etc. Sin duda, una etapa muy enriquecedora.
Agradecer al equipo de jóvenes, al consejo y a todos los compañeros de la hospitalidad por darme esta oportunidad además de su ayuda y apoyo estos años. Sus consejos y sobre todo, la voz de la experiencia, han sido de gran ayuda a la hora de solventar las dificultades que han ido surgiendo en el camino. También tengo palabras de agradecimiento para mis compañeros Scout Pañoletas Blancas, con quienes comparto muchas horas en la peregrinación, además de en el stage ayudando en la estación. Mismo lugar, Lourdes, pero distintas actividades junto con el espíritu de equipo, el compañerismo y el compromiso me han guiado a conocer otra parte de Lourdes y a vivir otra experiencia única.
Ambas responsabilidades, me han dado la oportunidad de tener una visión más global de la hospitalidad, de conocer la organización desde dentro, de aprender, de compartir, de conocer a más compañeros de la hospitalidad como de otras hospitalidades, etc. Sin duda, una etapa muy enriquecedora.
Agradecer al equipo de jóvenes, al consejo y a todos los compañeros de la hospitalidad por darme esta oportunidad además de su ayuda y apoyo estos años. Sus consejos y sobre todo, la voz de la experiencia, han sido de gran ayuda a la hora de solventar las dificultades que han ido surgiendo en el camino. También tengo palabras de agradecimiento para mis compañeros Scout Pañoletas Blancas, con quienes comparto muchas horas en la peregrinación, además de en el stage ayudando en la estación. Mismo lugar, Lourdes, pero distintas actividades junto con el espíritu de equipo, el compañerismo y el compromiso me han guiado a conocer otra parte de Lourdes y a vivir otra experiencia única.
No hay comentarios:
Publicar un comentario